María ha tenido la suerte de asistir a Ascot hace pocos días, y con ella hemos revisado el rígido protocolo que ha impuesto la célebre carrera británica. Después de unos años, en los que se había convertido en un escaparate de extravagancias, en el año 2012 se envió un comunicado estableciendo las siguientes pautas en cuanto a etiqueta femenina se refiere:

• Los vestidos para las señoras serán de corte elegante, con un longitud hasta la rodilla o un poco por debajo de ella.
• No serán bien vistos los vestidos con grandes escotes o aquellos que puedan contravenir los códigos de etiqueta establecidos en el Royal Enclosure.
• Se admiten los trajes pantalón, siempre que sean de corte elegante y acordes a la hora del día de la celebración, en cuanto a estilo y tejidos.
• Es obligatorio el uso de sombrero.
• No estarán recomendados los vestidos palabra de honor, de cuello halter, tirantes delgados y vestidos con tirantes de menos de 2,5 cm.

Nuestra querida María y su acompañante cumplieron sobradamente con el protocolo, eligiendo un vestido en rosa palo, con un original cinturón rígido y un elegante tocado.

En cuanto  a los caballeros, se estableció el siguiente protocolo:

• Traje de corte clásico con chaleco y corbata, mejor sin pañuelo o chaqué.
• Sombrero de copa negro o gris.
• Zapatos de color negro o de un color muy oscuro.

La carrera está estrechamente ligada a la Familia Real Británica, por estar a seis millas del Castillo de Windsor, y ser propiedad de la Corona. Un punto de encuentro de la aristocracia inglesa y algunos afortunados.

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